La voz del más grande tenor del mundo se apagó este jueves en Italia con la muerte a los 71 años del cantante Luciano Pavarotti, operado de un cáncer de páncreas en el 2006 y que guardaba reposo en su ciudad natal de Módena.
El tener falleció en horas de la madrugada, en su casa, según la televisión pública italiana RAI. La noticia se propagó rápidamente en Módena y las fuerzas del orden rodearon la casa para preservar la intimidad de la familia ante la llegada de admiradores de Pavarotti.
La noche del miércoles los medios italianos señalaron una brusca agravación del estado de salud del tenor, operado en julio del 2006 de un cáncer de páncreas y hospitalizado por un "estado febril" el pasado 8 de agosto en Módena. Volvió a casa el 25 de agosto para proseguir su convalecencia.
Una operación en la espalda, a comienzos del 2006, y luego una intervención al páncreas, unos meses más tarde, obligaron al tenor a abandonar una gran gira de adiós, de 40 conciertos en el mundo entero, que había empezado en mayo del 2004. Desde entonces el gran tenor ya no apareció más en público.
Poco tiempo después de la última intervención, Pavarotti expresó que deseaba reanudar la gira durante el año 2007, pero no pudo concretar sus intenciones.
Nacido el 12 de octubre de 1935 en Módena (norte de Italia), Luciano Pavarotti que deseaba ser profesor, se consagró definitivamente al canto en 1961.
Popularizó su arte en los estadios repletos en compañía de los españoles Plácido Domingo y José Carreras, "Los Tres Tenores", y vendió millones de discos.
Amante de los caballos pura sangre, de la pasta y de los buenos vinos, este gigante de 1,90m y un peso variable de 85 a 130 kg, apodado "Big Luciano" (Gran Luciano) tuvo cuatro hijos y varios nietos.
Se volvió a casar en diciembre del 2003 con su ex colaboradora Nicoletta Mantovani, más de 30 años más joven que él, con la que tuvo una hija.
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"La Cuchara" abre un fuerte interrogante acerca de la condición humana y el porvenir. En el espacio dramático planteado por Enríquez, habitan dos criaturas que vagan... soberbia una, temerosa la otra, preguntándose ambas por la angustia, el miedo y la inmediatez que genera ser hombre. 
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